Los cambios estacionarios, sobre todo cuando llega el clima
frío, causan un debilitamiento del sistema inmunitario.
Este, a su vez, incrementa el riesgo de padecer
afecciones respiratorias como la gripe y el resfriado.
Si bien las bajas temperaturas no siempre provocan este
tipo de trastornos, hay muchas probabilidades de desarrollarlos cuando no se
toman las medidas de prevención necesarias.
Aunque muchos lo ignoran, los hábitos de vida, en especial
en cuanto a la alimentación, tienen mucho que ver con la capacidad del cuerpo
para defenderse de los virus y las bacterias.
Alimentos que nos ayudan a aumentar las defensas del
organismo:
Es una función básica de nuestro organismo estar preparado
para prevenir o afrontar una posible gripe. Los alimentos
básicos que los expertos nutricionistas aconsejan integrar en
la cesta de la compra para este fin van desde la cebolla y el ajo (la preparación de una sencilla sopa de
ajo es ideal), que contienen propiedades antivirales y
bactericidas, hasta alimentos con contenido en folato (Vitamina
B9), por ejemplo, la remolacha, el brócoli o la Col de
Bruselas. Pasando, además, por aquellos ricos en vitamina B, como los cereales integrales o las legumbres.
Y,
¿cuándo tenemos el resfriado o la gripe encima?
Bien, en el caso de que estemos padeciendo los molestos
síntomas de estas infecciones, podemos incluir en la cesta de la compra
alimentos que contengan, sobre todo, propiedades antioxidantes,
ya que permiten reducir las toxinas provocadas por la infección, fortalecer el sistema inmune y además, ayudar a reducir los síntomas y el tiempo del resfriado o
la gripe.
Descubre las frutas que no pueden faltar en tu nevera si
quieres pasar libre de estornudos esta temporada:
Naranjas y limones
Los frutos cítricos como las naranjas y los limones tienen
un alto contenido de vitamina C y aminoácidos esenciales que promueven el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Su consumo incrementa la producción de las células que
protegen frente a las infecciones y, de paso, controla los síntomas comunes de
la gripe y el resfriado.
La
vitamina C actúa como un poderoso inhibidor de los radicales libres,
ideal para optimizar la producción de glóbulos blancos que defienden el
organismo ante las infecciones de virus y bacterias.
Fresas
Conocidas por su particular sabor, las fresas son una de
las mejores fuentes de vitamina C y minerales esenciales que aumentan la respuesta inmunitaria del organismo.
Cada 100 gramos de la fruta llega a aportar hasta 60 mg de
vitamina C, es decir, un poco más que la que aporta la misma cantidad de
naranja.
Añadirlas
en la dieta de forma habitual disminuye el riesgo de infecciones bacterias y
promueve el tratamiento de las afecciones del sistema respiratorio.
Piña
La piña es un alimento muy completo desde el punto de vista
nutricional, no solo por su contenido de vitaminas y minerales, sino también
por sus enzimas y proteínas de fácil digestión.
Su compuesto activo, la bromelina, le confiere efectos antibacterianos y antiinflamatorios
que resultan útiles en la prevención de los catarros y la gripe.
Aporta grandes cantidades de vitamina C, así como calcio y
fósforo, los cuales brindan un efecto protector frente a los radicales libres.
Dado que tiene efectos expectorantes y calmantes, está recomendada como tratamiento contra la congestión nasal y el dolor
de garganta causados por el resfriado.
Papaya
Rica en vitaminas A y C, la papaya es otra de las frutas
aliadas para evitar el desarrollo y la complicación de la
gripe y el resfriado.
Cada 100 gramos aporta hasta 80 mg de vitamina C, nutriente
encargado de fortalecer el sistema inmunitario para conseguir una respuesta
positiva frente al ataque de los gérmenes.
Contiene fibra y enzimas naturales que ayudan a alimentar la microbiota intestinal para evitar bajas en el
sistema de defensa.
Mango
El consumo diario de una pieza de mango, o bien, preparado
en jugo natural, le brinda al organismo un
plus de nutrientes que ayudan a ganarle la batalla tanto a
la gripe como a otras afecciones del sistema respiratorio.
Este fruto concentra grandes cantidades de vitaminas A y C,
cuyos efectos antioxidantes son claves para proteger el cuerpo ante agentes
extraños.
Se
le atribuyen propiedades antiinflamatorias y expectorantes que
pueden resultar útiles en el tratamiento de la tos, la congestión y otros
síntomas propios de estas enfermedades.
Manzana
La manzana es una fruta con propiedades alcalinas que, tras
ser ingerida, facilita la regulación del pH de la sangre para prevenir el
desarrollo de varios tipos de enfermedades.
Caracterizada por su alto contenido de vitaminas A y C, es
otra buena opción para combatir y controlar los síntomas de los resfriados.
Granada
La riqueza de antioxidantes de la granada ha hecho que
muchos la consideren como un “superalimento” para favorecer el bienestar físico
y mental.
Cuenta
con grandes cantidades de vitaminas A, C y del complejo B,
todas necesarias para mejorar el desempeño del sistema inmunitario.
También contiene aminoácidos esenciales y fibra, nutrientes
que promueven la limpieza de la sangre para lograr una óptima oxigenación de
las células.
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